Arde lo humano.
Nubes grises y espejos dorados.
Yace una mujer en llamas.
Mientras arde, canta.
Escucho su voz
El sol nace de las entrañas
Camino descalza
Mis pies se confunden con las piedras
Sudo sudor sudado
Al final de la calle está el ojo del dragón
Azul y rasgado
En la oscuridad del bosque encantado
Brilla la estrella