Roja la amapola.
Rojo el carmín de mi madre.
Rojo el tomate sabroso.
Rojo es el corazón y la sangre, en circulación.
Rojo el coche del vecino.
Rojo el abrigo de mi hermano
Así soy yo. rojo.
Soy un abuelito ovillo de lana. aunque envejecido, mi color sigue siendo vivo y atrevido.
Un buen día tomando el sol vino a visitarme un ratón.
¡Qué bonito color tienes! me dijo. Yo soy gris y aburrido, mi color pasa desapercibido.
Quizás si nos hacemos amigos podamos cambiar el color de nuestro abrigo? dijo el ratón.
Soy rojo por fuera y gris y aburrido por dentro, y tú eres gris y aburrido por fuera y rojo vivo y
atrevido por dentro, por eso creo que es importante que seamos amigos y juntos vivamos
como uña y carne.
El ovillo contaba grandes historias de su vida, que el ratón escuchaba con atención y el ratón
limpiaba y cocinaba con alegría el hogar que los unía..
Juntos vivieron toda la vida, La sabiduría del rojo ovillo fue contagiando al ratón y la alegría
y juventud del ratón animó al ovillo rojo.
Un buen día al despertar ocurrió algo fascinante, El ovillo y el ratón ya no eran solo de un
color, se habían transformado de todos los colores, rojo, gris, amarillo, verde, azul, violeta,
rosa, naranja………Su nuevo aspecto, al principio les sorprendió, pero poco a poco se
acostumbraron a su nueva imagen; y sabéis que? A partir de ese momento comenzaron a
venir amigos de todos los lugares y colores , y juntos vivieron en compañía toda la vida, en
un mandala gigante, con un corazón multicolor.
FIN